Manuel Uría
Alumno aventajado del coyote, Uría perfila señales con trampa para un correcaminos dopado hasta las cejas. Vecino del acantilado, de madrugada investiga las rutas del canalla, y al atardecer construye artilugios que se derrumban sin permiso y explotan cuando no toca.
Y con los restos decide una obra promiscua y desarraigada, con la sencillez formal como propósito imposible, el absurdo como principio activo y el humor como excipiente. Una obra que busca una obra , que abraza cualquier estilo siempre de canto y ensaya en escenarios con trastos solitarios, con actores solitarios y espantapájaros en huelga.
Una obra que habla sin perímetro ni estrado, descreída, reversible. Sin pases de pecho. Sin constitución. El argumento es la excusa que consiente ante la belleza; ante un milímetro de esta siquiera.
Y con los restos de los restos remata con fondos claros y despejados, y recibe la noche con la certeza del desconcierto. Se rinde dos veces y teje otra bandera a cuadros con el mantel.
El viejo telón transparente se cierra para disimular y algunas luciérnagas iluminan los márgenes.
Las obras de Manuel Uría en el programa de RTVE La Aventura del Saber 21 de Marzo 2019