Laura Valverde Herrando
Licenciada en Bellas Artes, especializada en artes plásticas y restauración, compagino mi trabajo creativo con la mediación artística.
A lo largo de mi carrera, he mostrado interés por la pintura, el dibujo, collage, relato y poesía visual. Mi principal inspiración son conceptos como lo psicosomático, la memoria, el cuerpo, lo erótico y la feminidad. Así surgen diferentes propuestas que me llevan a moverme por distintos soportes y lenguajes, donde se establece un diálogo entre imágenes que se "resignifican".
Estos collages compuestos por imágenes, papeles viejos, restos, recortes e intervenciones, son el resultado de la búsqueda y el encuentro casual, unas veces desde lo excesivo y pictórico y otras desde lo sutil y poético.
De la selección de imágenes con plena conciencia de cómo éstas resuenan en mi, de la acción de rasgar, fracturar, transformar, descomponer y recomponer significados, de la palabra, de ir más allá de lo evidente, surge un trabajo que parte de la incertidumbre que genera tal multitud de mensajes. Un trabajo donde yo actúo de tamiz, relatando otro discurso desde mi propio universo simbólico.
Las obras de Laura en el programa de RTVE La Aventura del Saber, febrero de 2023.
Imagino mi cuerpo comportarse como si fuera un tamiz y transitar atravesado por sus vivencias, construyendo relatos una y otra vez. Es por eso, que observo expectante cualquier reacción a lo que ocurre ahí afuera, por muy tenue que aparezca.
Siempre tuve la necesidad de pintar y de expresarme de un modo u otro. Recuerdo rellenar con tizas de colores las paredes de los graneros de casa, con ceras, el envés de la mesa y recrear mi mundo en pequeñas cajas.
Me gustaba pensar, que los recuerdos quedan guardados en contenedores, ordenados de
forma aleatoria en nuestra cabeza, y que pueden abrirse de manera fortuita o cerrarse para siempre.
Aterricé en el mundo del collage para acercarme a un modo de creación más espontáneo y al nostálgico tacto de materiales como el papel. Desde entonces,... abrir una revista se ha convertido en caminar por un pasillo lleno de estantes en los que puede cruzarse el detonante que dé inicio a algo inesperado.
Me sobrecoge el poder de una imagen, de un pequeño fragmento o una palabra.
Me sobrecoge, la capacidad que tienen de resonar, de llevarnos más allá de lo evidente y
sumergirnos en lugares salpicados de ficciones, de recuerdos, emociones y deseos.
Crear, se transforma entonces, en un solemne acto de escucha y si la despreocupación
aparece,... Sucede un silencio que da lugar a que pueda ocurrir cualquier cosa. Aparece el caos, la incertidumbre, la saturación, la nada, abismos o grandes muros.
La simpleza de un gesto puede estar cargada de la emoción más compleja y la mínima
acción pierde su inocencia: rasgar, cortar, pegar, fracturar, transformar, descomponer y
recomponer,... Respirar o contener la respiración.
Mis mensajes no son conscientes ni directos. Se esconden en la casual sutileza con la que dos imágenes se encuentran y dialogan en un momento concreto.
Lo curioso es que, cada vez que las miro, nada es igual que antes.